La "Playa amarilla" o "playa del cigarro" según con quien hables, es un sitio maravilloso para los baños de agosto en Águilas.
Aunque soy persona de mar y no tanto de playa, un baño en esta playa me encanta.
Sus accesos son bastante malos, una bajada demasiado inclinada para ir con sombrilla, silla, juguetes, novelita y cervecita, pero merece la pena. Recuerdo el año que nació Guille que en lugar de renunciar al baño en esta playa, que hubiese sido lo más adecuado con un bebe de tres meses, le envolvía en varias toallas por si el padre se resbalaba con el niño en brazos, (no me tachéis de loca es que merece la pena).
Cuando vas llegando las vistas del pueblo son espectaculares, el puente del Hornillo, el Castillo, frente a ti la Isla del Fraile y a la izquierda Cabo Cope, ..., tendré que esperar varios meses para volver a disfrutarlo.