viernes, 1 de junio de 2012

UN AÑO EN EL MUNDO DEL PATCHWORK




Hoy se cumple un año desde que entré en el mundo del Patchwork. Un fecha muy especial por lo que ha significado y como ha repercutido esta afición en mi vida, nunca lo hubiera imaginado.

Siempre he sido aficionada a lo que entendemos por Manualidades,  y donde yo meto algunas aficiones que habitualmente no son consideradas como tal. Para mi han sido "manualidades" mis temporadas de decoración con flores secas cuando recibía clases en la calle Princesa, mi temporada de clases de cocina con Elena Segura, incluso mi temporada, siendo una adolescente, en la que hacía pendientes y colgantes con los discos de vinilo estropeados y que con un poco de calor y unos toques de pintura puedes conseguir efectos chulos. También mi temporada de clases de pintura en una escuela cerca de la avenida Ciudad de Barcelona y que tuve que dejar porque nació Paula, eso sí, me dio tiempo a pintarle todos los muebles de su habitación; y muchas más temporadas de otras manualidades pero que no me quiero extender.

El patchwork ha sido otra cosa, otro mundo, y sobre todo ha cubierto un vacio muy importante en un momento un tanto delicado de mi vida. Eso sí, no se ha presentado como las otras aficiones, ha entrado por la puerta grande, y no ha sido solo por estar en ese momento difícil, que también ayuda, ha sido por lo que me ha aportado en cuanto a apreciaciones de cosas que tenía delante de mis narices y no tenía tiempo de ver y en cuanto a las personas que he conocido.

No puedo más que agradecer a mi familia lo mucho que me han ayudado en estos momentillos difíciles, a mi marido por apoyarme y darme todas las facilidades para que yo estuviera bien, a mi hija por ponerle a todo lo que hago una expresión en su cara de "que artista es mi mamá", a mi Guille por aprender a no tocar las agujas y las tijeras que siempre andan por medio, e incluso a Berta por no jugar con los alfileres que se me caen.

Quiero hacer una mención muy especial a mis compañeras de patchwork, a Mamen, a Carmen, a Miki, ..., y a María José Cubel que como todas ellas son personas excelentes,  y ella además sabe mucho mucho mucho Patchwork y es una profesora de lujo.

Por cierto, quería utilizar esta colchita para celebrar el aniversario y que he hecho para mi Paulita.  Como se puede intuir por los corazones, la he cosido con todo mi corazón para mi nena y he utilizado la tela de los lapiceros, que me compró mi hermana en Liberty (Londres), para recordarla que tiene que seguir siendo una buena estudiante durante mucho tiempo más (yo siempre haciendo de madrastrona, lo sé, pero no lo puedo evitar).



3 comentarios:

Maria José Cubel Ayanz dijo...

Pues no me ha hecho llorar la boba...

Amparín dijo...

Es una pena haberme perdido la etapa de los colgantes y pendientes de vinilo, con lo chatarrera que soy! pero no tenía la suerte de conocerte. De todo lo demás he disfrutado y tengo muestras de todas las habilidades (menos de las galletas que me las como). Cualquier cosa a la que te dediques te saldrá perfecta, pues tienes todos los ingredientes para conseguirlo: entusiasmo, habilidad, paciencia, constancia, serenidad, corazón, ilusión, dedicación... Espero poder seguir gozando de todo lo que se te ocurra.

Anónimo dijo...

me gusta, muy, muy chulo